CRONICA DE UNA INFAMIA.
Carta póstuma a mis hijos.
Marco, jamás imagine, que mi costo por sacarte de la miseria, seria el tener que quitarme la vida.
Empezare jurando por la memoria de mi madre que en paz descansa, que todo lo que aquí escribo fue mi realidad. Le contare, que gracias al robo del que fui objeto, por parte de mi hijo Marco Martinez Lozada y de Cielo Yolanda Figueroa Garcia, su mujer; en menos de un año pase, de ser una persona que jamás tuvo ningún problema de tipo económico, a ser un pobre indigente, que termino viviendo de la caridad de otras personas.
El objetivo de estos cuatro seres desquiciados, fue el obtener de una forma ilegitima, la riqueza que no fueron capaces de generar, y para cumplir con su objetivo, no les importo el haberme tenido que eliminar. La primera de estas mentes torcidas, es la de quien hace muchos años fue mi mujer, su nombre Ma. Cristina Lozada González, quien se encargo a través de los años a pervertir la mente y la voluntad de los ingratos de nuestros dos hijos; Jonathan y Marco Martinez Lozada, que con la ayuda de la mujer de mi segundo hijo, la de otra mente mezquina e ingrata, la de Cielo Yolanda Figueroa Garcia, quien intervino influyendo para rematarme, y poder quedarse con mi casa, mis maquinas y mis pertenencias.
Conozca toda la historia de esta infamia, visitando mis páginas Web, en donde encontrara toda la información:
Carta póstuma a mis hijos.
Marco, jamás imagine, que mi costo por sacarte de la miseria, seria el tener que quitarme la vida.
Empezare jurando por la memoria de mi madre que en paz descansa, que todo lo que aquí escribo fue mi realidad. Le contare, que gracias al robo del que fui objeto, por parte de mi hijo Marco Martinez Lozada y de Cielo Yolanda Figueroa Garcia, su mujer; en menos de un año pase, de ser una persona que jamás tuvo ningún problema de tipo económico, a ser un pobre indigente, que termino viviendo de la caridad de otras personas.
El objetivo de estos cuatro seres desquiciados, fue el obtener de una forma ilegitima, la riqueza que no fueron capaces de generar, y para cumplir con su objetivo, no les importo el haberme tenido que eliminar. La primera de estas mentes torcidas, es la de quien hace muchos años fue mi mujer, su nombre Ma. Cristina Lozada González, quien se encargo a través de los años a pervertir la mente y la voluntad de los ingratos de nuestros dos hijos; Jonathan y Marco Martinez Lozada, que con la ayuda de la mujer de mi segundo hijo, la de otra mente mezquina e ingrata, la de Cielo Yolanda Figueroa Garcia, quien intervino influyendo para rematarme, y poder quedarse con mi casa, mis maquinas y mis pertenencias.
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http://cronicadeunainfamia.blogspot.com
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